29 may 2010

Mirando al pasado no muy lejano


Quizás debí decírtelo, porque cuando pasan estas cosas es que se entiende cuán importante es hacer lo que uno siente que quiere hacer en el momento que lo debe hacer. 
Mami, se que muchas veces me expresaste tu pesar por haber estado lejos cuando yo crecía, y recuerdo que te sentías complacida porque ahora podías disfrutar de tu nieta, y decías con mucha alegría que la estabas disfrutando el doble, yo me sentí bien cuando te escuche decirlo, sentí como un alivio, porque esa etapa de nuestras vidas en mi niñez, fue difícil, yo siempre he recordado el inmenso dolor que yo sentía cada vez que me separa de ti, y como lloraba porque te extrañaba y sabia que no volverías pronto, fueron muchos años muchas despedidas y un inmenso anhelo de volver a verte y estar contigo.
 
Siempre pensé y sentí que esa separación fue muy determinante en nuestra relación, ya que por mucho tiempo le reproche a la vida y a ti el haber estado lejos durante esos años, aunque entendía las razones las cuales fueron totalmente validas y lógicas, mi ser siempre quiso haber vivido esos años junto a ti. 
Entiendo que lo que ocurrió fue lo mejor, hace tiempo deje de reprochar y de buscar respuestas, simplemente acepte que fue lo mejor. 

 Sobre esta experiencia, la cual marco pautas muy importantes en mi relación con mi madre,  puedo decir al final de esta historia que si bien  no compartí  todos estos años de mi primera infancia junto a ti,  nuestros últimos siete años juntas fueron los más importantes, porque me diste una lección de vida, con tu lucha, tus ganas de vivir, tu amor por mi hija, tu deseo y acciones de cuidarme y ayudarme en todo, tu dedicación a nosotras fue sincera y se que lo hiciste con verdadero amor. En tu vida solo estábamos nosotras.

Yo como hija y siento que di todo lo que pude, busque las opciones medicas que estaban disponibles, te brinde los cuidados, la alimentación y el apoyo moral para que pudiéramos luchar contra esa enfermedad durante estos años. 

Quiero que sepas que lo hice con amor sincero y verdadero, nunca me fue un peso del cual quería desligarme, claro que fue difícil y muchas veces me sentí cansada, pero yo acepte y asumí hasta las venas la tarea que dios me dio,  la de cuidarte  y darte todo durante tu enfermedad. 

Dios Padre sabe que lo hice con el amor que una hija le debe a una madre, con la dedicación que se debe tener, le doy gracias todos los días porque puede responder ante todas las pruebas que me puso en el camino, le doy gracias porque  conté con el apoyo de la familia, sobre todo con el de mi bella tía que fue tan importante y crucial, su amor por mi madre fue fundamental en los momentos mas cruciales, también doy a gracias a Dios por el esposo que tengo que fue tan comprensivo y  me acompaño en todos estos años con su apoyo en todo momento.


No hay comentarios: